Páginas

sábado, 10 de diciembre de 2016

Cómo vencer un largo periodo de procrastinación

Llevo varias semanas intentando escribir este artículo pero no sabía muy bien cómo enfocarlo, ya que hay infinidad de blogs que hablan sobre este tema y no quería que fuera un corta/pega de otros artículos. Necesitaba darle el toque particular que intento dar siempre a lo que escribo. Así que he intentado basarlo en mi propia experiencia, en mis vivencias con respecto a la procrastinación y tratando de aportar las "soluciones" que me han servido para salir de un largo periodo de procrastinación de un proyecto que llevo mucho tiempo aplazando y que ahora ha llegado el momento de terminar definitivamente.

Introducción

La palabreja procrastinar se ha puesto muy de moda en los últimos tiempos y se podría definir como: Aplazar o postergar tareas que tenemos pendientes y que nos resultan complejas, desagradables o que no nos apetece hacer y las vamos dejando, dejando y dejando hasta... el día de hoy, que leemos este artículo, cambiamos el chip y nos ponemos a hacerlas... bueno... por lo menos esa es la idea, que este artículo te sirva de inspiración para dejar de procrastinar y pasar a la acción.



Si llevas mucho tiempo aplazando un proyecto... días, meses, años... (yo sé un poco de este tema) sabrás que la procrastinación no es muy buena compañera de viaje, te llena de culpabilidad, te limita, te impide avanzar en la vida, te resta oportunidades. Por eso, te encuentres en el momento que te encuentres, haz un "reset" en este momento, deja la culpabilidad a un lado y que hoy empiece a ser el día 1 de una nueva vida sin procrastinación. Yo voy a intentar darte algunos consejos prácticos que a mí me están sirviendo para dejar de procrastinar, ojalá que a ti también puedan ayudarte.

Pasos para vencer un largo periodo de procrastinación.


1. Rompe de forma radical con tus malos hábitos.


Las personas procrastinadoras, aunque no hagamos las tareas que tenemos que hacer, no nos estamos quietas todo el día mirando al techo, sino que dedicamos el tiempo a hacer otras tareas que nos distraen más, que nos resultan más agradables, o que nos apetecen en ese momento... por ejemplo: navegar por internet, mirar el facebook, chatear con los amigos, ver la tele, salir de compras, etc. 

Pues bien, las primeras recomendaciones que te hago para vencer la procrastinación son: Se consciente de cuales son estos hábitos improductivos que consumen tu tiempo de forma desmesurada y que no te aportan ningún bien. Y a continuación rompe de forma radical con ellos. Es importante que te pases un día o dos, o los que necesites, desenganchado de estos malos hábitos que roban tu tiempo.

Sencillamente haz otro tipo de cosas que rompan tu rutina habitual de improductividad. Vete a pasear a un parque, haz un viaje, lee un libro, lo que sea que quieras, pero que sea diferente a tus hábitos normales. Esto dará un giro total a tu monotonía, al siempre lo mismo y te ayudará a no caer en tus rutinas de enganche que sabes que te perjudican.


2. Vence tus miedos.

Uno de los principales factores para evitar hacer las tareas que tenemos que hacer es el miedo. Hay varios tipos de miedo:

- Miedo al fracaso. 

Es imposible fracasar en algo si no hacemos nada. Aplazamos las tareas por el miedo a sentirnos fracasados, a sentirnos humillados por lo que nos decimos a nosotros mismos, o por las opiniones y críticas de otras personas. Por éso pensamos que es mejor postergar algo y así evitar vernos desvalorizados a nuestros ojos o a los ojos de los demás. 

En este caso es importante no identificar nuestra valía personal, nuestra autoestima, con el resultado de una tarea. Si la tarea sale mal no significa que nosotros seamos un fracaso o que nos vayan a ver como fracasados, simplemente esa tarea no ha salido bien y tenemos que seguir trabajando y mejorando hasta que el resultado sea óptimo. Debemos separar lo que hacemos de nuestra valía como personas.

- Miedo al éxito.

Se puede sentir miedo a tener éxito, ya que el éxito puede conllevar ciertas responsabilidades o complicaciones que quizá no estemos seguros de ser capaces de cargar sobre nuestras espaldas. Tener éxito también te hace destacar por encima de los demás y éso puede suscitar envidias o meterte presión para mantener ese nivel de éxito que has alcanzado. También puede hacerte sentir que no mereces ese éxito. Si no hacemos nada y postergamos, sabemos que el éxito no llegará y evitaremos todas las complicaciones que conlleva.


- Perfeccionismo.

El querer hacer las cosas perfectas es un miedo a ser mediocre y a no estar a la altura. Las personas perfeccionistas nos perdemos en los detalles, y preferimos no hacer nada antes de que lo que hagamos no quede perfecto. Por eso, si eres perfeccionista es muy posible que procrastines, ya que si piensas que lo que vas a hacer no va a quedar perfecto sientes que es mejor no hacerlo. 

Ésto es un gran error, ya que en primer lugar hay que asumir que nadie es perfecto y que incluso las personas de mayor éxito y que están en la élite, sea cual sea su profesión, también fallan alguna vez. Además, cuanto más tiempo se practica una disciplina más cerca estaremos de llegar a dominarla y por tanto más cerca estaremos de "la perfección". Si nos quedamos sin hacer nada y aplazando las tareas esa perfección nunca llegará.

- Miedo al Cambio.

A todas las personas nos preocupan los cambios, principalmente porque nos enfrentamos a algo desconocido hasta ese momento. Tememos nuestra reacción o la de los demás y tememos no tener los recursos necesarios para adaptarnos a ese cambio de la mejor manera, por éso nos da miedo. Debemos saber que ésta es una reacción normal, aunque también debemos saber que el cambio es algo natural que sucede siempre, la vida es un continuo cambio y lo importante es darse cuenta que el cambio nos hace progresar, nos hace aprender, nos ayuda a avanzar, a enfrentar nuevos retos y que si no cambiamos sencillamente nos quedaremos en el mismo punto donde estamos, estancados en nuestra zona de comodidad.

- Culpabilidad.

Es verdad, hemos estado procrastinando durante mucho tiempo, nos sentimos culpables por todo lo que hemos dejado de hacer y por las oportunidades que hemos perdido. Sin embargo, de nada sirve estar lamentándose por el pasado. Por muy culpables que nos sintamos, no va a mejorar nada hoy. Así que hay que dejar la culpabilidad a un lado y tratar de buscar soluciones a la procrastinación.


3. Nuestras razones. El para qué.


El tercer paso consiste en analizar si nuestro proyecto es realmente tan importante para nosotros. Quizá lo hemos ido postergando tanto tiempo porque no es tan importante, o no vemos la necesidad de hacerlo, o porque es algo en cierto modo impuesto por otra persona y no queremos hacerlo, o quizá tenemos que hacerlo porque es realmente importante pero no encontramos la forma, el método o el tiempo necesario para llevarlo a cabo. Sea como sea, es importante analizar para qué queremos llevar a cabo este proyecto, cuales son las razones fundamentales que nos motivan a realizarlo y poner esas razones por escrito. 

Las razones pueden ser positivas o negativas, por ejemplo, quiero aprender a tocar la guitarra porque es algo que deseo desde que era niño (razón positiva) o tengo que hacer este informe porque si no lo hago me echan del trabajo (razón negativa). Las razones sean del tipo que sean, es importante tenerlas claras para que en los momentos de debilidad podamos releerlas y saber cuales son esos motivos que me impulsan a seguir con mi proyecto. Evidentemente siempre es mejor tener una razón positiva, una motivación personal que nos impulsa interiormente a cumplir nuestro objetivo que una razón negativa, sin embargo a veces no queda más remedio que aferrarse a estas razones negativas para seguir adelante con el proyecto.


4. Compromiso / Poner el foco en tu proyecto.


Una vez que tenemos claras cuales son nuestras razones debemos de comprometernos con nosotros mismos y hacer el firme propósito de querer acabar con las procrastinación definitivamente. Para ello debemos poner el foco en el proyecto que llevamos aplazando tanto tiempo, tenemos que visualizarlo en nuestra mente, tenemos que verlo acabado, terminado y sentir la sensación satisfactoria de vernos a nosotros mismos cumpliendo el objetivo deseado. Podemos poner nuestro objetivo por escrito de la siguiente manera: "Me comprometo a terminar... mi proyecto"

Cuando se habla de poner foco sobre algo, significa establecer un único foco, no puede haber dos, ni tres. Nuestro objetivo primordial en este momento es nuestro proyecto y tenemos que ser conscientes de que no podemos distraernos con otras cosas. Así que todo lo que hagas debe recordarte tu objetivo primordial. Pega una foto en tu nevera de tu objetivo, ponte de fondo de pantalla en tu smartphone una frase que te recuerde tu objetivo, anota por escrito tu objetivo y pon esas notas en distintos lugares donde puedas verlas constantemente, haz lo que sea pero tienes que tener muy presente tu proyecto en todo momento.

Lo principal es establecer ese compromiso contigo mismo/a de llevar a cabo ese proyecto que has estado aplazando y terminarlo sí o sí, sin excusas, sin lamentos y sin miedos. En cierto modo es como si te obligaras a obsesionarte con tu proyecto. Si no te obsesionas con él, volverás a caer en las mismas rutinas de siempre y acabarás por procrastinar de nuevo.





5. Divide tu proyecto en tareas muy sencillas.


Otro de los problemas que nos llevan a procrastinar es encontrarnos con proyectos de gran dificultad o que requieren de mucho tiempo y esfuerzo para llevarlos acabo. La solución para ésto es:

- Dividir este enorme proyecto en tareas muy simples, tareas que no requieran ni siquiera pensar para ponerse a hacerlas, que se puedan hacer sin apenas esfuerzo. Si encontramos que una tarea no sabemos cómo empezarla o nos parece demasiado difícil es que necesitamos dividirla en tareas aún más sencillas. 

Si hasta empezar a organizar el proyecto nos agobia por que es un proyecto demasiado complejo, tampoco hay que preocuparse por éso, simplemente empieza organizando y dividiendo la primera parte de tu proyecto y conforme vayas avanzando en los pasos siguientes ya volverás sobre la organización más tarde, lo importante es coger inercia para que el proyecto empiece a rodar y avanzar hacia delante.

- Una vez dividido el proyecto empieza a Organizar las tareas, para saber lo que tienes que hacer primero y los pasos que vienen después. 

Hasta ahora parece que hemos avanzado poco, porque realmente el proyecto aún no se ha empezado, sin embargo estas etapas previas son importantes para que al llegar a la etapa de Acción no nos vengamos abajo a la primera.

6. Acción.


Ahora viene lo bueno... En este paso empezaremos a realizar nuestra primera tarea del proyecto. Si hemos estado procrastinando durante mucho tiempo debemos ser conscientes de que debemos ponernos metas realistas, no podemos pretender hacer en unos días, el trabajo que hemos estado postergando durante meses o años. Así que lo mejor es empezar poco a poco y en sucesivos días ir aumentando el tiempo que dediquemos a las tareas de nuestro proyecto. Puedes fijarte determinados minutos o determinadas horas al día para la realización del proyecto. Organiza bien tu tiempo. Intenta que sean siempre las mismas horas del día y procura que sean las horas en las que te encuentres mejor, más descansado y con más energía, para que tu fuerza de voluntad esté al máximo. Recuerda que has establecido un compromiso contigo mismo en el paso número 4. 

7. Descansa.


Efectivamente, tan importante es tener momentos en los que trabajes en tu proyecto a tope, como momentos de descanso que te sirvan para desconectar de todo y sencillamente descansar o despejar tu mente de tu proyecto principal. 

Recuerda: Cuando trabajes, trabaja, y cuando descanses, descansa.


Parece muy obvio, pero no siempre lo hacemos así. Muchas veces estamos trabajando en nuestro proyecto y nuestra mente empieza a evadirse pensando en todas las cosas divertidas y agradables que podríamos estar haciendo, y viceversa, estamos descansando y al mismo tiempo estamos preocupados porque deberíamos de estar haciendo nuestro proyecto. Así que es muy importante dividir nuestro tiempo y marcarnos los momentos de trabajo en el proyecto y nuestros momentos de descanso.


8. Fijate fechas.


Segun la ley de Parkinson, el trabajo se expande hasta llenar el tiempo del que se dispone para su realización, es decir, que si tenemos una semana para entregar un trabajo, usaremos toda la semana para prepararlo y entregarlo, si para ese mismo trabajo nos dieran un mes utilizaríamos 1 mes en completarlo. Por eso es muy importante fijarse fechas, y sobre todo que sean fechas realistas, que se puedan cumplir. Así que una vez que tengamos dividido nuestro proyecto y organizadas las tareas, asignamos una fecha límite en la que tendremos que haber terminado una determinada tarea y hacemos lo mismo para las siguientes tareas. De este modo si tenemos claras todas las tareas, y el tiempo que nos van a llevar sabremos perfectamente la fecha de finalización de nuestro proyecto. 

Como en la realidad, las cosas nunca suelen salir perfectas y tendemos a ser demasiado optimistas con el tiempo que nos van a llevar algunas tareas, podemos darnos (si es posible y depende de nosotros) un tiempo extra de margen, que nos sirva de colchón en el caso de que fallemos en la previsión de tiempo de alguna tarea. Pero este tiempo extra es algo que deberíamos de usar como un salvavidas en caso de necesidad, y no como una excusa para postergar y no cumplir nuestra fecha límite.

9. Recompensas y Elogios.


Es importante que cada vez que llevemos a cabo una de las tareas de nuestro proyecto nos digamos algún elogio del tipo: "Buen trabajo", "Bien hecho", "Eres un fenómeno", "Sigue así, campeón", "Adelante, no te rindas", "Tú puedes". Parece una tontería, pero no lo es. Estamos acostumbrados a que cada vez que nos sale una cosa mal, nos digamos lindezas como: "Soy un inútil", "No soy capaz", "Ya sabía yo que no iba a poder...", etc. y este tipo de frases son muy negativas para nosotros, nos sitúan en una posición de debilidad, de frustración y hacen que nuestro ánimo se venga abajo. Sin embargo si utilizamos las frases positivas anteriormente citadas o algunas parecidas que sintonicen con nosotros, nos van a motivar y nos van a hacer sentir mejor y encarar las dificultades con más alegría y optimismo.

También es bueno darnos recompensas una vez que hayamos finalizado algunas tareas importantes de nuestro proyecto, puede ser comprarnos alguna cosa que nos guste, ir a nuestro restaurante favorito, hacer un viaje de fin de semana... en definitiva, cosas que nos hagan felices y lo vivamos como una recompensa al trabajo realizado.


10. No te rindas.


Si llevas mucho tiempo procrastinando es más que probable que falles y que vuelvas a caer en lo mismo, que te desilusiones y no sepas ya que hacer para vencer a la procrastinación, así que como ya he dicho en algun que otro artículo: "No te rindas". Te daré unos últimos consejos que espero que te ayuden a mantenerte motivado. 

Puedes releer este artículo y volver punto por punto a completar los pasos, puedes leer diariamente algún libro de productividad y desarrollo personal que te mantenga motivado, puedes ver vídeos en youtube sobre productividad, o quizá lo más importante que puedes hacer es dar un primer paso y completar esa sencilla tarea de tu proyecto que sólo te va a llevar 5 minutos y que te va a impulsar a seguir adelante durante más tiempo. 

A veces la dificultad de un proyecto está más en nuestra cabeza que en la realidad y una vez que lo conseguimos pensamos: "Al final no era para tanto"




Por último os dejo unos vídeos de youtube sobre la procrastinación que me han parecido interesantes, el de Tim Urban es muy divertido:

Nayra Casas


Tim Urban

No hay comentarios:

Publicar un comentario