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sábado, 10 de diciembre de 2016

Cómo vencer un largo periodo de procrastinación

Llevo varias semanas intentando escribir este artículo pero no sabía muy bien cómo enfocarlo, ya que hay infinidad de blogs que hablan sobre este tema y no quería que fuera un corta/pega de otros artículos. Necesitaba darle el toque particular que intento dar siempre a lo que escribo. Así que he intentado basarlo en mi propia experiencia, en mis vivencias con respecto a la procrastinación y tratando de aportar las "soluciones" que me han servido para salir de un largo periodo de procrastinación de un proyecto que llevo mucho tiempo aplazando y que ahora ha llegado el momento de terminar definitivamente.

Introducción

La palabreja procrastinar se ha puesto muy de moda en los últimos tiempos y se podría definir como: Aplazar o postergar tareas que tenemos pendientes y que nos resultan complejas, desagradables o que no nos apetece hacer y las vamos dejando, dejando y dejando hasta... el día de hoy, que leemos este artículo, cambiamos el chip y nos ponemos a hacerlas... bueno... por lo menos esa es la idea, que este artículo te sirva de inspiración para dejar de procrastinar y pasar a la acción.



Si llevas mucho tiempo aplazando un proyecto... días, meses, años... (yo sé un poco de este tema) sabrás que la procrastinación no es muy buena compañera de viaje, te llena de culpabilidad, te limita, te impide avanzar en la vida, te resta oportunidades. Por eso, te encuentres en el momento que te encuentres, haz un "reset" en este momento, deja la culpabilidad a un lado y que hoy empiece a ser el día 1 de una nueva vida sin procrastinación. Yo voy a intentar darte algunos consejos prácticos que a mí me están sirviendo para dejar de procrastinar, ojalá que a ti también puedan ayudarte.

Pasos para vencer un largo periodo de procrastinación.


1. Rompe de forma radical con tus malos hábitos.


Las personas procrastinadoras, aunque no hagamos las tareas que tenemos que hacer, no nos estamos quietas todo el día mirando al techo, sino que dedicamos el tiempo a hacer otras tareas que nos distraen más, que nos resultan más agradables, o que nos apetecen en ese momento... por ejemplo: navegar por internet, mirar el facebook, chatear con los amigos, ver la tele, salir de compras, etc. 

Pues bien, las primeras recomendaciones que te hago para vencer la procrastinación son: Se consciente de cuales son estos hábitos improductivos que consumen tu tiempo de forma desmesurada y que no te aportan ningún bien. Y a continuación rompe de forma radical con ellos. Es importante que te pases un día o dos, o los que necesites, desenganchado de estos malos hábitos que roban tu tiempo.

Sencillamente haz otro tipo de cosas que rompan tu rutina habitual de improductividad. Vete a pasear a un parque, haz un viaje, lee un libro, lo que sea que quieras, pero que sea diferente a tus hábitos normales. Esto dará un giro total a tu monotonía, al siempre lo mismo y te ayudará a no caer en tus rutinas de enganche que sabes que te perjudican.


2. Vence tus miedos.

Uno de los principales factores para evitar hacer las tareas que tenemos que hacer es el miedo. Hay varios tipos de miedo:

- Miedo al fracaso. 

Es imposible fracasar en algo si no hacemos nada. Aplazamos las tareas por el miedo a sentirnos fracasados, a sentirnos humillados por lo que nos decimos a nosotros mismos, o por las opiniones y críticas de otras personas. Por éso pensamos que es mejor postergar algo y así evitar vernos desvalorizados a nuestros ojos o a los ojos de los demás. 

En este caso es importante no identificar nuestra valía personal, nuestra autoestima, con el resultado de una tarea. Si la tarea sale mal no significa que nosotros seamos un fracaso o que nos vayan a ver como fracasados, simplemente esa tarea no ha salido bien y tenemos que seguir trabajando y mejorando hasta que el resultado sea óptimo. Debemos separar lo que hacemos de nuestra valía como personas.

- Miedo al éxito.

Se puede sentir miedo a tener éxito, ya que el éxito puede conllevar ciertas responsabilidades o complicaciones que quizá no estemos seguros de ser capaces de cargar sobre nuestras espaldas. Tener éxito también te hace destacar por encima de los demás y éso puede suscitar envidias o meterte presión para mantener ese nivel de éxito que has alcanzado. También puede hacerte sentir que no mereces ese éxito. Si no hacemos nada y postergamos, sabemos que el éxito no llegará y evitaremos todas las complicaciones que conlleva.


- Perfeccionismo.

El querer hacer las cosas perfectas es un miedo a ser mediocre y a no estar a la altura. Las personas perfeccionistas nos perdemos en los detalles, y preferimos no hacer nada antes de que lo que hagamos no quede perfecto. Por eso, si eres perfeccionista es muy posible que procrastines, ya que si piensas que lo que vas a hacer no va a quedar perfecto sientes que es mejor no hacerlo. 

Ésto es un gran error, ya que en primer lugar hay que asumir que nadie es perfecto y que incluso las personas de mayor éxito y que están en la élite, sea cual sea su profesión, también fallan alguna vez. Además, cuanto más tiempo se practica una disciplina más cerca estaremos de llegar a dominarla y por tanto más cerca estaremos de "la perfección". Si nos quedamos sin hacer nada y aplazando las tareas esa perfección nunca llegará.

- Miedo al Cambio.

A todas las personas nos preocupan los cambios, principalmente porque nos enfrentamos a algo desconocido hasta ese momento. Tememos nuestra reacción o la de los demás y tememos no tener los recursos necesarios para adaptarnos a ese cambio de la mejor manera, por éso nos da miedo. Debemos saber que ésta es una reacción normal, aunque también debemos saber que el cambio es algo natural que sucede siempre, la vida es un continuo cambio y lo importante es darse cuenta que el cambio nos hace progresar, nos hace aprender, nos ayuda a avanzar, a enfrentar nuevos retos y que si no cambiamos sencillamente nos quedaremos en el mismo punto donde estamos, estancados en nuestra zona de comodidad.

- Culpabilidad.

Es verdad, hemos estado procrastinando durante mucho tiempo, nos sentimos culpables por todo lo que hemos dejado de hacer y por las oportunidades que hemos perdido. Sin embargo, de nada sirve estar lamentándose por el pasado. Por muy culpables que nos sintamos, no va a mejorar nada hoy. Así que hay que dejar la culpabilidad a un lado y tratar de buscar soluciones a la procrastinación.


3. Nuestras razones. El para qué.


El tercer paso consiste en analizar si nuestro proyecto es realmente tan importante para nosotros. Quizá lo hemos ido postergando tanto tiempo porque no es tan importante, o no vemos la necesidad de hacerlo, o porque es algo en cierto modo impuesto por otra persona y no queremos hacerlo, o quizá tenemos que hacerlo porque es realmente importante pero no encontramos la forma, el método o el tiempo necesario para llevarlo a cabo. Sea como sea, es importante analizar para qué queremos llevar a cabo este proyecto, cuales son las razones fundamentales que nos motivan a realizarlo y poner esas razones por escrito. 

Las razones pueden ser positivas o negativas, por ejemplo, quiero aprender a tocar la guitarra porque es algo que deseo desde que era niño (razón positiva) o tengo que hacer este informe porque si no lo hago me echan del trabajo (razón negativa). Las razones sean del tipo que sean, es importante tenerlas claras para que en los momentos de debilidad podamos releerlas y saber cuales son esos motivos que me impulsan a seguir con mi proyecto. Evidentemente siempre es mejor tener una razón positiva, una motivación personal que nos impulsa interiormente a cumplir nuestro objetivo que una razón negativa, sin embargo a veces no queda más remedio que aferrarse a estas razones negativas para seguir adelante con el proyecto.


4. Compromiso / Poner el foco en tu proyecto.


Una vez que tenemos claras cuales son nuestras razones debemos de comprometernos con nosotros mismos y hacer el firme propósito de querer acabar con las procrastinación definitivamente. Para ello debemos poner el foco en el proyecto que llevamos aplazando tanto tiempo, tenemos que visualizarlo en nuestra mente, tenemos que verlo acabado, terminado y sentir la sensación satisfactoria de vernos a nosotros mismos cumpliendo el objetivo deseado. Podemos poner nuestro objetivo por escrito de la siguiente manera: "Me comprometo a terminar... mi proyecto"

Cuando se habla de poner foco sobre algo, significa establecer un único foco, no puede haber dos, ni tres. Nuestro objetivo primordial en este momento es nuestro proyecto y tenemos que ser conscientes de que no podemos distraernos con otras cosas. Así que todo lo que hagas debe recordarte tu objetivo primordial. Pega una foto en tu nevera de tu objetivo, ponte de fondo de pantalla en tu smartphone una frase que te recuerde tu objetivo, anota por escrito tu objetivo y pon esas notas en distintos lugares donde puedas verlas constantemente, haz lo que sea pero tienes que tener muy presente tu proyecto en todo momento.

Lo principal es establecer ese compromiso contigo mismo/a de llevar a cabo ese proyecto que has estado aplazando y terminarlo sí o sí, sin excusas, sin lamentos y sin miedos. En cierto modo es como si te obligaras a obsesionarte con tu proyecto. Si no te obsesionas con él, volverás a caer en las mismas rutinas de siempre y acabarás por procrastinar de nuevo.





5. Divide tu proyecto en tareas muy sencillas.


Otro de los problemas que nos llevan a procrastinar es encontrarnos con proyectos de gran dificultad o que requieren de mucho tiempo y esfuerzo para llevarlos acabo. La solución para ésto es:

- Dividir este enorme proyecto en tareas muy simples, tareas que no requieran ni siquiera pensar para ponerse a hacerlas, que se puedan hacer sin apenas esfuerzo. Si encontramos que una tarea no sabemos cómo empezarla o nos parece demasiado difícil es que necesitamos dividirla en tareas aún más sencillas. 

Si hasta empezar a organizar el proyecto nos agobia por que es un proyecto demasiado complejo, tampoco hay que preocuparse por éso, simplemente empieza organizando y dividiendo la primera parte de tu proyecto y conforme vayas avanzando en los pasos siguientes ya volverás sobre la organización más tarde, lo importante es coger inercia para que el proyecto empiece a rodar y avanzar hacia delante.

- Una vez dividido el proyecto empieza a Organizar las tareas, para saber lo que tienes que hacer primero y los pasos que vienen después. 

Hasta ahora parece que hemos avanzado poco, porque realmente el proyecto aún no se ha empezado, sin embargo estas etapas previas son importantes para que al llegar a la etapa de Acción no nos vengamos abajo a la primera.

6. Acción.


Ahora viene lo bueno... En este paso empezaremos a realizar nuestra primera tarea del proyecto. Si hemos estado procrastinando durante mucho tiempo debemos ser conscientes de que debemos ponernos metas realistas, no podemos pretender hacer en unos días, el trabajo que hemos estado postergando durante meses o años. Así que lo mejor es empezar poco a poco y en sucesivos días ir aumentando el tiempo que dediquemos a las tareas de nuestro proyecto. Puedes fijarte determinados minutos o determinadas horas al día para la realización del proyecto. Organiza bien tu tiempo. Intenta que sean siempre las mismas horas del día y procura que sean las horas en las que te encuentres mejor, más descansado y con más energía, para que tu fuerza de voluntad esté al máximo. Recuerda que has establecido un compromiso contigo mismo en el paso número 4. 

7. Descansa.


Efectivamente, tan importante es tener momentos en los que trabajes en tu proyecto a tope, como momentos de descanso que te sirvan para desconectar de todo y sencillamente descansar o despejar tu mente de tu proyecto principal. 

Recuerda: Cuando trabajes, trabaja, y cuando descanses, descansa.


Parece muy obvio, pero no siempre lo hacemos así. Muchas veces estamos trabajando en nuestro proyecto y nuestra mente empieza a evadirse pensando en todas las cosas divertidas y agradables que podríamos estar haciendo, y viceversa, estamos descansando y al mismo tiempo estamos preocupados porque deberíamos de estar haciendo nuestro proyecto. Así que es muy importante dividir nuestro tiempo y marcarnos los momentos de trabajo en el proyecto y nuestros momentos de descanso.


8. Fijate fechas.


Segun la ley de Parkinson, el trabajo se expande hasta llenar el tiempo del que se dispone para su realización, es decir, que si tenemos una semana para entregar un trabajo, usaremos toda la semana para prepararlo y entregarlo, si para ese mismo trabajo nos dieran un mes utilizaríamos 1 mes en completarlo. Por eso es muy importante fijarse fechas, y sobre todo que sean fechas realistas, que se puedan cumplir. Así que una vez que tengamos dividido nuestro proyecto y organizadas las tareas, asignamos una fecha límite en la que tendremos que haber terminado una determinada tarea y hacemos lo mismo para las siguientes tareas. De este modo si tenemos claras todas las tareas, y el tiempo que nos van a llevar sabremos perfectamente la fecha de finalización de nuestro proyecto. 

Como en la realidad, las cosas nunca suelen salir perfectas y tendemos a ser demasiado optimistas con el tiempo que nos van a llevar algunas tareas, podemos darnos (si es posible y depende de nosotros) un tiempo extra de margen, que nos sirva de colchón en el caso de que fallemos en la previsión de tiempo de alguna tarea. Pero este tiempo extra es algo que deberíamos de usar como un salvavidas en caso de necesidad, y no como una excusa para postergar y no cumplir nuestra fecha límite.

9. Recompensas y Elogios.


Es importante que cada vez que llevemos a cabo una de las tareas de nuestro proyecto nos digamos algún elogio del tipo: "Buen trabajo", "Bien hecho", "Eres un fenómeno", "Sigue así, campeón", "Adelante, no te rindas", "Tú puedes". Parece una tontería, pero no lo es. Estamos acostumbrados a que cada vez que nos sale una cosa mal, nos digamos lindezas como: "Soy un inútil", "No soy capaz", "Ya sabía yo que no iba a poder...", etc. y este tipo de frases son muy negativas para nosotros, nos sitúan en una posición de debilidad, de frustración y hacen que nuestro ánimo se venga abajo. Sin embargo si utilizamos las frases positivas anteriormente citadas o algunas parecidas que sintonicen con nosotros, nos van a motivar y nos van a hacer sentir mejor y encarar las dificultades con más alegría y optimismo.

También es bueno darnos recompensas una vez que hayamos finalizado algunas tareas importantes de nuestro proyecto, puede ser comprarnos alguna cosa que nos guste, ir a nuestro restaurante favorito, hacer un viaje de fin de semana... en definitiva, cosas que nos hagan felices y lo vivamos como una recompensa al trabajo realizado.


10. No te rindas.


Si llevas mucho tiempo procrastinando es más que probable que falles y que vuelvas a caer en lo mismo, que te desilusiones y no sepas ya que hacer para vencer a la procrastinación, así que como ya he dicho en algun que otro artículo: "No te rindas". Te daré unos últimos consejos que espero que te ayuden a mantenerte motivado. 

Puedes releer este artículo y volver punto por punto a completar los pasos, puedes leer diariamente algún libro de productividad y desarrollo personal que te mantenga motivado, puedes ver vídeos en youtube sobre productividad, o quizá lo más importante que puedes hacer es dar un primer paso y completar esa sencilla tarea de tu proyecto que sólo te va a llevar 5 minutos y que te va a impulsar a seguir adelante durante más tiempo. 

A veces la dificultad de un proyecto está más en nuestra cabeza que en la realidad y una vez que lo conseguimos pensamos: "Al final no era para tanto"




Por último os dejo unos vídeos de youtube sobre la procrastinación que me han parecido interesantes, el de Tim Urban es muy divertido:

Nayra Casas


Tim Urban

sábado, 24 de septiembre de 2016

Meditación del sonido y del silencio

Introducción

Desde hace unos días vengo practicando este tipo de meditación, la cual me resulta bastante interesante y fácil de hacer. Es una meditación que permite mantenerse presente en el aquí y en el ahora y calmar la mente, controlando los pensamientos. En el artículo que escribí sobre crear el entorno adecuado y evitar las distracciones os hablaba de que la mente es como un mono loco que va saltando de rama en rama constantemente, así son nuestros pensamientos. Se dice que podemos tener diariamente unos 60.000 pensamientos y pasamos de uno a otro sin control. El mindfulness o atención plena nos permite acallar estos pensamientos y centrarnos en el momento presente.


Práctica

La forma de llevar a la práctica esta meditación del sonido y del silencio resulta fácil.

1. Siéntate o acuéstate en un lugar donde te sientas cómodo.
2. Cierra los ojos y haz un par de inspiraciones profundas para relajarte. Durante el transcurso de la meditación respira normalmente.
3. Permanece atento a los sonidos que se producen, puede ser el ruido del tráfico, un perro ladrando, el vecino hablando, etc. Si no escuchamos ningún sonido permanecemos atentos al silencio a la espera de algún nuevo sonido.
4. Algunos sonidos te parecerán agradables y otros desagradables pero no los juzgues. Simplemente limítate a estar atento al sonido que se produce y esperar al siguiente.
5. Si empiezas a notar que te viene algún pensamiento a la mente, déjalo ir, concéntrate de nuevo y permanece atento a los sonidos y al silencio.
6. Cuando concluya el tiempo que hayas previsto para realizar esta meditación, toma de nuevo 2 respiraciones profundas y abre tus ojos. Seguramente te sentirás más tranquilo y despejado.

Beneficios

Aún es pronto para poder comunicaros los beneficios que he percibido con esta meditación ya que llevo muy poco tiempo practicándola. Sin embargo...

1. He notado que después de un rato de práctica noto más claridad mental. 
2. Noto que los pensamientos son mucho más fáciles de controlar que con la típica meditación en la que te concentras en la respiración (inspiración - espiración).
3. Tiene la ventaja de que los ruidos no te distraen, ya que son éstos precisamente el foco de la meditación. Además como uno de los principios es que no debes juzgar estos sonidos, los ruidos parecen menos molestos.

Origen

Esta meditación se me ocurrió un buen día ponerla en práctica sin tener ni idea de qué resultados podría tener y no sabía siquiera si existía, o si tenía algún nombre concreto o alguien la había probado antes. Así que después, al buscar en internet, me di cuenta de que alguien ya la había "inventado" antes que yo. Según he leído Vicente Simón habla de ella en su libro "Aprender a Practicar Mindfulness"

Por si a alguien le sirve de ayuda también he encontrado una meditación guiada de Vane León donde va explicando paso a paso cómo realizarla. Os dejo el enlace.

Conclusiones

Si buscas una forma fácil de empezar a meditar quizá ésta meditación del sonido y del silencio sea la más sencilla y eficaz de todas, aunque ésto lo digo desde mi ignorancia, ya que yo no soy ningún especialista en meditación ni mucho menos, sólo soy un principiante que comparto mis experiencias.


Si te ha gustado el artículo y quieres comentar tus experiencias con este tipo de meditación o quieres hablar de otras meditaciones te animo a que me dejes un comentario.

sábado, 17 de septiembre de 2016

La Fuerza de Voluntad, esa desconocida...

Como dije en el anterior artículo, más pronto que tarde iba a hablar sobre la fuerza de voluntad y ese día ha llegado hoy. 

1. ¿Qué es la fuerza de voluntad?

En primer lugar quería comentar rápidamente qué es la fuerza de voluntad. La fuerza de voluntad es: hacer lo que tenemos que hacer aunque no tengamos ganas de hacerlo, y al contrario: no hacer lo que no debemos hacer aunque nos apetezca hacerlo. Existen las dos vertientes.

2. Etimología.

En segundo lugar también es importante analizar de dónde vienen estas dos palabras y lo que significan. La palabra Fuerza viene del latín 'fortia', plural neutro del adjetivo fortis cuyo significado es fuerte y del que derivan otras palabras como forzar, esforzar, reforzar. La palabra voluntad viene del latín 'voluntas' del verbo 'volo / velle' (querer, desear). En resumen fuerza de voluntad sería en cierto modo: 'usar la fuerza para querer o desear algo'

3. La fuerza de voluntad no es necesaria si lo que hacemos nos encanta. 

En tercer lugar me gustaría aclarar un punto que considero crucial en el tema de la fuerza de voluntad: Cuando nos apetece hacer algo porque es algo que nos gusta mucho hacer no necesitamos ninguna fuerza de voluntad, lo hacemos sin más, y da igual que estemos cansados, con sueño, con hambre o lo que sea. Si esa cosa que anhelamos con todas nuestras fuerzas está a nuestro alcance vamos a ir a por ella y no nos va a hacer falta ninguna fuerza de voluntad, simplemente porque nuestro deseo es tan grande que sacaremos las fuerzas de donde haga falta para conseguirlo. 

Por ejemplo, no hace falta fuerza de voluntad para irse de vacaciones al Caribe. Si tienes el dinero, los medios y la oportunidad y es algo que deseas fervientemente no te va a hacer falta ninguna fuerza de voluntad para hacer ese viaje soñado, ni vas a decir: ¡Qué pereza irme de vacaciones al Caribe! Sencillamente te pondrás en marcha para conseguir ese objetivo. 

Este punto que parece tan obvio es importante tenerlo en cuenta porque en mi opinión es clave porque queda claro entonces que son las cosas que no nos apetece hacer, aquellas en las que tenemos que poner nuestra fuerza de voluntad para conseguir hacerlas, es decir debemos forzarnos para quererlas hacer.

Entonces... ¿Cual sería la solución para forzarnos a querer esas cosas que no nos apetecen?

Decálogo para tener más fuerza de voluntad.


1. Propósito de vida. 

Primeramente y como ya he dicho alguna vez, si las cosas que queremos hacer estén orientadas a nuestro propósito de vida y están en sintonía con nuestros valores no necesitaremos fuerza de voluntad, porque lo que nos hayamos propuesto querremos hacerlo, sin más, porque nos apetece, nos gusta, nos apasiona y esa tarea no será una carga para nosotros.

2. Focalízate en el Bien Mayor. 

Sin embargo no todo es tan fácil como en el anterior punto y en muchas ocasiones vamos a tener que realizar actividades que no deseamos hacer, por ejemplo un trabajo que no nos gusta pero que necesitamos el dinero para seguir viviendo, una asignatura que no nos gusta nada pero que necesitamos aprobar para poder terminar la carrera, actividades caseras de limpieza que no nos apetece hacer... etc. 

En estos casos para conseguir la fuerza de voluntad necesaria y constante en el tiempo, es importante focalizarse en el bien mayor que vamos a conseguir si realizamos esta actividad que no nos gusta y dejar a un lado el malestar que nos provoca la actividad en sí misma. Por ejemplo en el caso del trabajo que no nos gusta, debemos focalizarnos en el dinero que vamos a obtener y en lo que podremos conseguir con ese dinero. En el caso de la asignatura, nos focalizaremos en nuestro objetivo final que es terminar esa carrera, sabiendo que el mal menor de estudiar la asignatura pasará pronto, y en el ejemplo de la limpieza nos focalizaremos en el objetivo de ver nuestra casa limpia y ordenada y en lo bien que nos vamos a sentir en ella una vez que esté completado el trabajo de limpieza.

3. Combina hábitos.

Si con el anterior punto aún no hemos conseguido ni una pizca de fuerza de voluntad también podremos recurrir a combinar hábitos. En uno de mis primeros artículos os hablaba de los hábitos combinados del deporte y la lectura. Pues bien este mismo concepto se puede aplicar a algo que no nos apetece hacer, de modo que esa actividad la podemos combinar con algo que nos guste hacer y que podamos combinar al mismo tiempo. Por ejemplo si la actividad de limpiar la casa se nos hace pesada y aburrida podemos combinarla poniendo una música que nos guste y nos motive, incluso podemos lanzarnos a cantar y bailar mientras limpiamos, eso ya a tu gusto. De esta forma combinando estas dos actividades y enfocándonos en la que más nos gusta, la limpieza se hará mucho más liviana. Así, las siguientes veces asociaremos esta actividad que nos disgusta con la actividad placentera, nos enfocaremos en ésta y ya no sentiremos esa pesadez para iniciar la tarea.

4. Premio / Castigo.

En el caso de que no podamos combinar hábitos también podemos utilizar otras técnicas para mejorar nuestra fuerza de voluntad, y es la de darnos premios. Es decir si conseguimos realizar determinada actividad que no nos gusta nos compensaremos a nosotros mismos con una actividad placentera, una cena en un restaurante que nos guste, ir al cine a ver una película que hace tiempo que deseamos ver, ir a un concierto de nuestro cantante favorito, etc.

Otra opción, aunque yo no la recomiendo en absoluto, es la de buscar un posible castigo que aplicarnos en el caso de que no consigamos completar la actividad que nos disgusta. A algunas personas tener esa espada de Damocles sobre sus cabezas les puede motivar a cumplir con sus objetivos. Aunque yo pienso que ésto puede generar un estrés totalmente innecesario y ya digo que yo no lo recomiendo para nada, porque a la larga puede generar más problemas que beneficios.

5. Empieza poco a poco y sigue avanzando.

La fuerza de voluntad es como un músculo, se puede trabajar y a medida que la trabajas cada vez se hace más fuerte. Así que puedes empezar a ejercitarla poco a poco, empezando con cosas pequeñas que requieran poco esfuerzo para posteriormente ir ampliándola a cosas más grandes o que requieran mayor esfuerzo. Si por ejemplo quieres ser más productivo y quieres levantarte más temprano por las mañanas pero eso te cuesta mucho, vete poco a poco, empieza a levantarte un cuarto de hora antes durante una semana, luego media hora y así hasta que consigas levantarte a la hora que quieras. Si te gusta remolonear en la cama y te da pereza levantarte establece una hora máxima en la que te levantes sí o sí. Si por ejemplo tu despertador suena a las 7:00 ponte el límite de no levantarte más tarde de las 7:05 por ejemplo. 

Y sigue avanzando, poniéndote retos cada vez mayores para fortalecer la fuerza de voluntad.

6. Busca tu mejor momento.

Al ser como un músculo, la fuerza de voluntad también se cansa, o mejor dicho los que nos cansamos somos nosotros y eso influye en nuestra fuerza de voluntad. Durante el día tenemos momentos de mayor energía y otros de menor energía. Si pretendemos realizar las actividades que mayor fuerza de voluntad requieren cuando estamos más cansados, más dificultades vamos a tener. Por eso conviene conocernos a nosotros mismos y adaptar esos momentos de mayor energía para nuestras actividades que mayor fuerza de voluntad requieran. 

Además tenemos que tener en cuenta que una buena alimentación con productos frescos y que mantenga constantes nuestros niveles de glucosa, descansar bien, y dormir adecuadamente el número de horas suficiente, son factores fundamentales para tener una mayor fuerza de voluntad. Ya que estando descansados y con energía nos permitirá enfrentarnos a las actividades más pesadas con un mayor optimismo.

7. Divide y vencerás. 

Cuando te enfrentas a grandes retos o a un proyecto de grandes proporciones, poner el foco en todo el conjunto puede hacer que te desmoralices y que tu fuerza de voluntad desfallezca porque el esfuerzo que se necesita hacer realmente parece gigantesco. Sin embargo, si este enorme reto lo dividimos en múltiples apartados, y estos apartados en tareas sencillas, ese gran monstruo se hará mucho más pequeño y asequible, y por tanto la fuerza de voluntad que necesitaremos para afrontar esas pequeñas tareas será mucho menor. Si además conseguimos organizarnos adecuadamente, ese reto irá completándose en el tiempo y fecha planeados.

8. Elimina las distracciones y las tentaciones. 

A veces estamos llenos de mucha fuerza de voluntad y estamos dispuestos a todo, pero surgen imprevistos, distracciones, tentaciones que hacen que nuestra fuerza de voluntad se desinfle enseguida. Si queremos estar centrados en nuestras tareas evita distracciones de todo tipo. (Ya hablaba en otro artículo sobre las distracciones). 

Evita también las tentaciones. Cuando no tienes ganas de hacer algo siempre se encuentran actividades más placenteras y más fáciles de hacer, ya sea navegar por internet, ver la tele, etc. Estas actividades normalmente son actividades vacías que no te van a aportar nada y debes hacer lo posible por apartarte de ellas si sabes que pueden interrumpir tus objetivos fundamentales.

9. Rodéate de las personas adecuadas. 

Si te juntas con personas cuyo objetivo más importante en la vida es comentar lo que ha sucedido esta semana en la casa de Gran Hermano, piensa que quizá no sean la mejor compañía si realmente tienes propósitos de crecimiento y desarrollo personal. 

Así que lo mejor es que busques personas que tengan tus mismas inquietudes, con las que puedas comentar temas realmente importantes, que te sientas motivado a su lado para cumplir tus objetivos, que te puedan ayudar o enseñar aquellos temas que no conoces, en resumen, personas que te aporten algo valioso.

Si quieres encontrar personas en está misma línea puedes visitar el foro de superación, asociado a este blog, donde espero que pronto podamos reunirnos muchas personas y comentar todos estos temas.

10. No te rindas.

La fuerza de voluntad es escurridiza y tendremos momentos en los que nos será fácil seguir adelante y otros en los que parecerá que hemos dado muchos pasos atrás. Sin embargo, lo importante es no rendirse, sigue adelante, vuelve a este artículo siempre que lo necesites y relee las partes que más sintonicen contigo en ese momento, pero no te dejes vencer por la pereza ni por el desánimo e intenta sobre todo que cualquier actividad que realices te haga feliz.


Espero que te haya gustado el artículo. Si tienes algún comentario o sugerencia que hacer, puedes hacerlo en el apartado de comentarios.  
A partir de ahora intentaré publicar todas las semanas, en concreto los Sábados por la tarde.

domingo, 11 de septiembre de 2016

Contar o no contar las metas. Esa es la cuestión...

Desde hace un tiempo me he fijado que grandes expertos y gurús del desarrollo personal comentan que no es bueno contar las metas que nos hemos propuesto, ya que es más probable que si lo contamos a los demás nuestra meta no se cumpla. Por ejemplo David Cantone en su video explica que el motivo de ello es que al contar tu meta se produce en ti una sensación de satisfacción que hace que el cerebro interprete que ya ha logrado el objetivo.



Daniela Bascopé también utiliza la misma idea y se basa en un estudio de Derek Sivers que concluye que contar las metas reduce el porcentaje de conseguirlas, ya que se disminuye la motivación y es como si se produjera una sustitución del placer de conseguirlo por el de decirlo. Según Daniela el fin de contar las metas es alimentar nuestra imagen personal ante los demás.



José Luis Camacho, el autor del libro titulado "La Conspiración Reptiliana" y webmaster de Mundo Desconocido también comenta que no es bueno contar nuestros proyectos, aunque él lo achaca más a que la mente de los demás influye sobre tu objetivo y lo distorsiona.



Bien, en mi opinión creo que contar o no contar las metas no es el factor que más pueda influir en que una meta se concluya o no. 

Factores importantes para la consecución de una meta son:


1. Que tu meta esté alineada con tu verdadero propósito de vida y que tu meta no te produzca un conflicto interior. 

Si te pones como meta terminar la carrera de Derecho porque no quieres decepcionar a tu padre que es abogado, cuando realmente lo que a ti te apasionaría es estudiar Bellas Artes, esa meta no está alineada con tu verdadero propósito de vida y es probable que te cueste mucho llevar a buen puerto tu meta. 

Si te propones adelgazar pero en tu familia todos son más bien gorditos y temes que te empiecen a mirar raro si adelgazas o dejen de quererte, tienes un conflicto entre tu meta y tu familia. Tienes que resolver ese conflicto primero contigo mismo y con tu familia. Quizá estar saludable tendría que empezar a ser un objetivo común de todos los miembros de la familia.

2. Que tu meta no sólo te sirva a ti, sino que ayude o beneficie a los demás.

Si tu meta sólo te sirve a tí y no ayuda a nadie, ni sirve para otra cosa que tu beneficio personal es más difícil conseguirla puesto que pocas personas se van a sumar a tu causa. Si por el contrario tu meta no solo te beneficia a ti sino que beneficia a otros es más posible que más personas se sumen y puedan contribuir a ayudarte en tu meta.

3. Que tengas la fuerza de voluntad suficiente para llevar a cabo tu meta. 

La fuerza de voluntad, es hacer lo que tienes que hacer cuando no tienes ganas de hacerlo. Algún día, no muy lejano hablaré sobre la fuerza de voluntad más en profundidad en un artículo especialmente dedicado.

4. Que sientas una gran pasión por alcanzar esa meta.

Es uno de los mayores impulsores para alcanzar metas, sentir una fuerte pasión por esa meta, saber que la quieres conseguir cueste lo que cueste. Si te sucede ésto estás en el buen camino.

5. Que dispongas de los conocimientos, talento o apoyos necesarios.

A veces no disponemos de todos los conocimientos para alcanzar la meta, pero se pueden aprender o adquirir las destrezas necesarias que nos lleven a nuestro objetivo. 

Otras veces no tendremos el talento necesario, en esos casos quizá podamos reconducir nuestra meta hacia una meta similar o que esté relacionada aunque no apunte tan alto, o quizá podamos disfrutar del camino hacia esa meta aunque nunca lleguemos a alcanzarla tal y como nos gustaría. 

Los apoyos de otras personas siempre van a ser necesarios y nos lo van a poner más fácil.

6. Que no te rindas hasta alcanzar tu meta.

Nunca sabes a cuantos centímetros te vas a quedar de alcanzar la gran veta de oro si te rindes y dejas de cavar. Por éso si sientes gran pasión por llegar a tu meta nunca hay que rendirse porque quizá haciendo un último esfuerzo llegarás a ella.



El contar las metas puede tener sus ventajas y sus inconvenientes.


Inconvenientes:

1. La gente con sus comentarios, envidiosos o desconsiderados pueden desmotivarte y tirar por tierra tus sueños.

2. Si eres del tipo de persona que cuenta las cosas para aumentar su ego es posible que se cumpla lo que se comenta en los videos anteriores: que la satisfacción de decirlo sea mayor que la de conseguir realmente el objetivo y éso te desmotive.

Ventajas:

1. Puedes encontrar personas que estén alineadas también con tu meta y puedes encontrar apoyo en ellas, ya que han recorrido el camino que tú ahora estás iniciando. 

2. Si cuentas tus metas a las personas adecuadas pueden motivarte en los momentos difíciles.

3. Los comentarios contrarios o negativos que te hagan algunas personas pueden ayudarte a ver fallos o errores que no habías detectado en tu camino hacia el objetivo.

En cualquier caso tenemos que ser conscientes que lo importante no son los comentarios que nos hagan otras personas sino cómo reaccionamos nosotros ante esos comentarios, si como una crítica que nos hunda, como un revulsivo para seguir adelante con más fuerza, o simplemente como palabras que dejamos pasar permaneciendo centrados en nuestro objetivo. En nuestra reacción está la clave a los comentarios ajenos.

4. Los comentarios positivos además de motivarte pueden aportarte buenas ideas que ayuden a mejorar tu meta o a darle una visión diferente.

5. Contar las metas puede servir también para establecer una especie de compromiso entre tu objetivo y las personas a las que se lo has contado. Si no lo cumples estás faltando a tu palabra y los demás pueden perder la confianza en ti. En cierto modo te sientes obligado a llegar a la meta no sólo por ti, sino por los demás.




Me gustaría poner como ejemplo, de que contar las metas no impide que se cumplan, a una youtuber llamada Iria que se propuso un reto personal, bastante complicado en mi opinión. El reto consistía en grabar un vídeo diario con contenidos interesantes sobre desarrollo personal y temas variados durante un año, todos los días del año sin fallar ni uno. Pues bien, esta persona contó esta meta en un vídeo el día de su cumpleaños y un año después ha publicado en su canal el vídeo número 365. Es decir ha contado su meta y la ha cumplido. Quizá el apoyo de los demás haya ayudado y es posible que el no sentirse sola frente a su meta y ver que su meta tiene un sentido para la gente y les ayuda, haya contribuido a hacer el camino más fácil. Entonces... ¿hay que contar o no contar las metas...?

#RetoIria365



Vivimos en un mundo muy competitivo, y desde todos los medios se nos hace creer que para triunfar tenemos que pisar al de al lado para progresar, es decir mi meta es mía y es contraria a la tuya y cada uno hace la guerra por su cuenta. ¿Qué pasaría si viviéramos en un mundo donde en vez de competir colaboráramos entre todos para hacer un mundo mejor? Bueno, quizá lo que propongo sea imposible, pero si todos colaborásemos, quizá tu meta también sería próxima a la mía o a la de otras personas y si nos juntáramos progresaríamos más rápidamente, pero para eso hay que contar las metas, si yo no sé lo que te está pasando por la cabeza, no sabré cual es tu objetivo ni si puedo unirme a tu causa o tú unirte a la mía.

En resumen creo que contar las metas o no es un factor pequeño en la consecución o no de las metas, ya he hablado de otros factores más importantes. Además creo que siempre es bueno compartir tus objetivos con la pareja, con amigos cercanos, con personas que tengan proyectos similares y estén dispuestos a ayudarte y también, por qué no, en el foro de superación, donde hay un apartado para contar nuestras metas y objetivos, además este subforo sólo es visible para usuarios registrados. 

Gracias por leer este artículo (suponiendo que alguien lo lea alguna vez). Espero que te haya gustado y si te apetece comentar alguna cosa no dudes en dejar un comentario, están permitidos los comentarios anónimos también, por si no quieres dejar nombre ni correo electrónico.

jueves, 1 de septiembre de 2016

Confianza en uno mismo

Uno de los valores que considero más importantes en el desarrollo personal es el de la confianza en uno mismo, sin ella es difícil hacer cualquier cosa, plantearse metas y llevarlas a cabo. Porque si carecemos de ella ante la menor dificultad es casi seguro que nos vendremos abajo y será difícil seguir adelante. Así que al ser tan importante he decidido hablar de ella. Sin embargo cuando me he enfrentado a la página en blanco me he dado cuenta de qué quizá no soy yo el más indicado para hablar de este tema, ya que la confianza en mí mismo no es una de mis fortalezas precisamente. 

Así que ante esta falta de confianza en mí mismo y mi escasez de ideas decidí hacer lo que se hace en estos casos, seguir ese gran consejo que dice: "Google es tu amigo" y me puse a buscar "Confianza en uno mismo" en Google y la verdad es que se encuentran artículos muy interesantes, con multitud de consejos e ideas muy valiosas, te pongo el enlace a uno de estos artículos por si quieres echarle un vistazo... pero espera, antes de que pinches en el enlace me gustaría comentarte algunas cosas más.


Como era un artículo muy largo, y ante las prisas de querer coger confianza en mí mismo rápidamente sin tener que leer tanto, empecé a reflexionar un poco sobre qué es la confianza y cómo se adquiere, y lo primero que se me ocurrió es pensar en la confianza en los demás, ¿cuales son los factores para que confiemos en algunas personas y desconfiemos de otras? Así que empecé a reflexionar, estuve por lo menos 2 minutos reflexionando, y llegué a la conclusión de que normalmente confiamos en alguien cuando lo que piensa coincide con sus valores, cuando lo que dice a los demás concuerda con sus pensamientos y cuando sus acciones se corresponden con lo que dice y con lo que piensa, es decir hay una coherencia entre pensamiento, palabra y acción. 

Si encontramos a una persona que cuando nos dice algo cumple su palabra actuando conforme a ello y este patrón se repite siempre, aunque no coincidamos con sus opinones o con sus actuaciones sabremos que esta persona es confiable.

Si por el contrario encontramos a una persona que piensa una cosa, dice otra y hace lo contrario de lo que dijo y ese patrón se repite casi siempre, es normal que desconfiemos de esa persona porque no sabemos muy bien a qué atenernos.

Voy a poner un  par de ejemplos:

1. Ese político que en campaña electoral promete bajar los impuestos, no subir el IVA, educación y sanidad gratis para todos y un montón de cosas más... ¿Estáis pensando en alguien en concreto...? No hace falta que penséis en nadie, ésto es sólo un ejemplo... Pues como iba diciendo, ese político llega al gobierno, se instala en el Palacio de la Moncloa y al poco tiempo hace lo contrario de lo que prometió. "Yo no quise hacerlo... pero era necesario" comenta el político. Entonces ocurre lo previsible, se pierde la confianza en ese político, pero no se pierde para un rato sino para siempre.

2. Esa persona cuya respuesta estamos esperando, (para nosotros es un asunto urgente e importante), y nos dice: "Esta tarde a las 4 te llamo dándote la respuesta"... Y llegan las 4, las 5, las 6, las 7 y las 8 y esta persona no nos ha llamado. Le llamas tú a ver si ya nos da la respuesta y nos dice, "es que no he podido mirarlo, he tenido mucho lío, pero no te preocupes que mañana a las 9 te llamo sin falta y ya te digo". Y llega mañana y llegan las 9 y esa persona no llama, y llegan las 10, las 11, las 12, la 1, las 2 y las 3 y desnudos al amanecer nos encontró la luuuunaaaaa, y esa persona sigue sin llamar. Le llamas tú y surge una nueva excusa: "Es que vinieron unos extraterrestres que me abdujeron y todavía no he podido mirártelo". Ya, claro, pues éso va a ser, sí. ¿Confiaríamos en esta persona? Pues si no le hemos mandado ya un poquito a la mierda, lo más probable es que no confiemos demasiado. ¿Por qué? Porque lo que dice no se corresponde con lo que hace, es así de simple.


Bien, pues este mismo concepto se me ha ocurrido aplicarlo a la confianza en uno mismo. 

La confianza en uno mismo surge cuando lo que piensas coincide con tus valores, cuando lo que dices a los demás y a ti mismo concuerda con tus pensamientos y cuando tus acciones se corresponden con lo que dices y con lo que piensas, es decir hay una coherencia entre nuestros pensamientos, nuestras palabras y nuestras acciones. 

Si nos proponemos algo y no llevamos ese pensamiento a la acción estamos traicionándonos a nosotros mismos, estamos faltando a nuestra palabra. Si ésto sucede muchas veces, llega un momento en que dejamos de confiar en nosotros mismos, porque sabemos que no vamos a cumplir lo que habíamos pensado. Surge la desconfianza en nosotros. 

Si por el contrario nos proponemos algo y nuestras acciones van encaminadas a la consecución de esa meta, y hacemos todo lo posible por cumplirla, estamos siendo fieles a nuestra palabra y la confianza en nosotros mismos aumentará, aunque después las circunstancias no sean favorables y no nos hayan permitido alzanzar la meta final, o tengamos que revisar nuestros planteamientos por si han sido demasiado optimistas o tengamos que cambiar las acciones que nos lleven a la meta, eso es lo menos importante. Lo importante es que exista una coherencia entre nuestro pensamiento, nuestra palabra y nuestra acción. Si este patrón de comportamiento lo repetimos muchas veces empezará a surgir la confianza en nosotros mismos.

Bien, pues ésto es todo, ya podemos ir a leer el enlace anterior, que yo todavía no lo he terminado y está bastante interesante. Espero que te haya gustado este artículo, y si tienes algún comentario que hacer, no dudes en dejarlo abajo.

martes, 30 de agosto de 2016

Crear el entorno adecuado / Distracciones

Muchas veces, aunque planifiquemos nuestro día adecuadamente y tengamos claras cuales son nuestras tareas, surgen distracciones que impiden o ralentizan la finalización de las tareas. Estas distracciones se podrían dividir en dos tipos: distracciones externas y distracciones internas.

1. Distracciones Externas

Las distracciones externas se producen cuando alguien te interrumpe, ruidos inesperados, llamadas telefónicas, notificaciones de móvil o de ordenador, etc. Quizá este tipo sean las más fáciles de corregir, podemos poner el móvil en silencio o en modo avión, podemos desactivar las notificaciones, podemos poner un cartel de "No molestar" para que nadie nos interrumpa, o podemos trasladarnos a algún lugar donde exista un ambiente de silencio o de trabajo, una biblioteca, una sala de reuniones, podemos cerrar la puerta de nuestro despacho para no ser molestados, etc. A veces merece la pena perder cierto tiempo y desplazarnos hasta el lugar adecuado donde podamos trabajar tranquilamente que mantenerse en un sitio donde nuestra productividad es muy baja.

Dentro de las distracciones externas también se pueden considerar las que tenemos más próximas, es decir si tenemos un escritorio desordenado, lleno de papeles, donde no encontramos nada, si tenemos un ordenador con carpetas que no están bien estructuradas y ordenadas, si tenemos distracciones como una televisión, una radio, un periódico, internet, es mucho más complicado estar centrado y muy fácil distraernos. Lo mejor si queremos ser productivos es tener un orden en nuestra zona de trabajo y eliminar cualquier elemento que nos pueda distraer. Si evitamos la ocasión evitamos el peligro. 

A veces por la forma de trabajo necesitamos estar conectados a internet para buscar información, y ya sabemos lo que pasa cuando entras a internet, es fácil entrar pero muy complicado despegarse de la pantalla, un enlace lleva a otro enlace y éste a otros 4. Y lo que parecía una consulta rápida de 5 minutos, se acaba convirtiendo en 2 horas perdidas navegando sin rumbo. Para evitar este tipo de situaciones existen extensiones en los navegadores que te ayudan a controlar el tiempo que pasas en internet o que te impiden acceder a determinadas páginas. Aunque estas extensiones pueden ser útiles, no hay nada mejor como el compromiso con uno mismo y la consciencia de lo que estás haciendo en cada momento (atención plena o mindfulness) para superar este tipo de situaciones.

2. Distracciones Internas

Las distracciones internas son otro factor importante que afecta al rendimiento en nuestro trabajo. La mente es como un mono loco, va saltando de rama en rama sin detenerse en ningún momento. Es decir nuestra mente cambia de un pensamiento a otro muy rápidamente. Estamos trabajando en algo y se nos va la mente a lo que hicimos el fin de semana pasado, a lo que vamos hacer las próximas vacaciones, a que tengo que llevar el coche al taller, al novio raro que se ha echado nuestra hija, etc. etc. Vamos saltando de un pensamiento a otro y estamos pensando en cualquier cosa menos en lo que tendríamos que estar centrados, en el aquí y en el ahora, en nuestro trabajo. Una de las mejores formas de solucionar este tipo de pensamiento es con la meditación, dedicando unos minutos diarios podemos calmar nuestra mente. Requiere práctica y constancia, no es fácil, pero los beneficios son importantes.

3. Crear el entorno adecuado

En resumen, si te es posible busca el lugar adecuado para trabajar, aquél donde tus distracciones internas y/o externas sean las menores posibles. A veces un cambio en el entorno hace que nuestras distracciones internas también disminuyan. Si permanecemos en el mismo lugar inadecuado nuestras rutinas de distracción van a permanecer también y la productividad va a seguir siendo baja.

lunes, 29 de agosto de 2016

Programar el día

Uno de los hábitos que he visto por todas partes como uno de los más importantes es el de programar el día. En cualquier libro que leas sobre productividad o cualquier conferencia que veas en youtube sobre este tema siempre hablan de ello.

Algunas personas, la mayoría, recomiendan que se dedique un tiempo el día anterior a planificar el día siguiente, dedicando 10 o 15 minutos a planear aquellas tareas más importantes que queramos realizar y sobre todo que estén alineadas con nuestro objetivo principal, aquel en el que ponemos nuestro foco.

Sin embargo otras personas prefieren realizar esta programación el mismo día, justo antes de empezar a trabajar, así esta programación les sirve como impulso inicial para enfocarse en las tareas que hay que hacer y ponerse con ellas. También hay a veces tareas que debemos programar para determinado día, así que deben tenerse en cuenta varios días antes.

Para realizar esta programación se pueden usar métodos muy sencillos o más complejos, desde una simple hoja de papel donde anotamos la lista de tareas con su hora de inicio y hora de finalización de la tarea, aplicaciones para móvil tipo agenda que incluso podemos tenerlas sincronizadas con el PC, agendas o calendarios para el ordenador, etc. Lo ideal es que cada persona pruebe el método que mejor se adapte a su forma de trabajo y a sus necesidades.

En mi caso utilizo un gadget de escritorio para Windows 7 muy sencillo, llamado Calendario, que permite realizar anotaciones diarias, de forma similar a un bloc de notas. Por si alguien está interesado aquí dejo el enlace:


Además os dejo una conferencia interesante con 20 consejos de productividad de Jeroen Sangers, un hombre simpático con muy buenos consejos.


domingo, 28 de agosto de 2016

Aprendiendo de los mejores

Este es el libro que estoy leyendo ahora y me está resultando muy interesante. Su autor es Francisco Alcaide Hernández. Es una condensación del pensamiento, las reflexiones y la sabiduría de personas de éxito como por ejemplo: Anthony Robbins, Dale Carnegie. Deepak Chopra, Gandhi, Henry Ford, Jim Rohn, Krishnamurti, Lao-Tsé, Louise Hay, Madre Teresa de Calcuta, Napoleón Hill, Osho, Ralph Waldo Emerson, Robert Kiyosaki, Stephen Covey, Steve Jobs, Wayne W. Dyer, y muchos más.

Francisco Alcaide extrae de cada uno de los autores elegidos entre 7 y 10 pensamientos o frases y realiza un comentario explicativo, dándonos las claves y reflexiones más importantes. Es como si en un sólo libro se hubiera condensado toda la sabiduría de todas estas grandes personas. Aunque es un libro del año 2013, próximamente (13/9/2016) lanzarán una versión ampliada y renovada de 360 páginas, así que si no lo conoces merece la pena leerlo.

Además tiene una página web asociada donde puedes ver más información:


Incluyo una entrevista realizada por la coach Paula Diaz al autor que también resulta muy interesante:


viernes, 15 de julio de 2016

Hábitos combinados: Lectura y Deporte

¿Se puede leer un libro mientras se hace deporte? En principio parece complicado fijar la vista en el libro mientras haces flexiones. Sin embargo yo he encontrado una forma de poder combinar estas dos aficiones de una forma fácil y agradable, ahora os contaré cómo lo hago. ¡Tranquilos!, no es como la chica de la foto, es mucho más fácil.



Antes me gustaría decir que uno de mis hábitos diarios que realizo nada más levantarme es hacer unos ejercicios de estiramientos, que vienen muy bien para desperezarse y empezar el día con energía. Es una rutina muy básica que apenas realizo en 10 minutos, a la que añado otros 10 minutos de ejercicios algo más exigentes: abdominales, sentadillas y flexiones de brazos. 

Además mientras realizo estos ejercicios aprovecho para leer libros. ¿Cómo? Es sencillo, todos los teléfonos móviles android disponen en el apartado de Ajustes / Accesibilidad, de la llamada Síntesis de Voz. Para el que no lo sepa esta voz sintética permite convertir textos a voz, de modo que no es necesario leerlos directamente, sino que esta voz los va leyendo para ti. Hay aplicaciones que utilizan esta característica y permiten leer libros enteros en formato epub, txt, doc, pdf y otros formatos. Además recuerdan la página en la que te has quedado y al día siguiente puedes seguir leyendo (o escuchando) en la página que te quedaste. 

Hay muchas aplicaciones que permiten hacer ésto pero a mí las que mejor resultado me han dado son dos, que además son gratuitas, en español y muy completas.

- AlReader: Permite leer casi cualquier formato, salvo PDF. Es el que más me gusta, tiene multitud de opciones: autodesplazar, añadir marca, buscar en el texto, cambiar los márgenes, modificar el brillo, etc y lleva integrada también la opción de texto a voz que es lo que nos interesa.

- FBReader: También permite leer multitud de formatos y permite leer PDF's mediante un plugin, La opción de Texto a voz viene incorporada también en forma de plugin, así que tendrás que instalar estos plugins para tener todas las opciones disponibles.

Con estas dos aplicaciones podremos leer (y/o escuchar) casi cualquier libro electrónico que exista en el mercado. Así podemos aprovechar ratos muertos, o desplazamientos en transporte público, para leer libros sin dificultad. Podemos también regular el tono de la voz y la rapidez de lectura. 

Como en casi cualquier cosa, siempre puede haber algunos inconvenientes. El principal quizá sea que hay a personas a las que les desagrada la voz de síntesis, no les gusta y no pueden con ella. Sin embargo a mí me resulta agradable y hasta simpática. Además tiene algunos pequeños errores en algunas pocas palabras que no pronuncia correctamente. Sin embargo y en mi opinión la ventaja de poder leer en cualquier sitio simplemente escuchando supera con creces estas pequeñas desventajas.

Con este sistema en los últimos meses he leído muchísimos libros, apenas dedicando 20 minutos diarios. En un próximo post recomendaré algunos libros de desarrollo personal que he leído en este tiempo, que más me han impactado y me han resultado más útiles.

Gracias por leer hasta aquí y espero que te haya gustado el artículo. Acuérdate de pasar por el foro y compartir tus opiniones.

Presentación del Foro

Este blog quiere dar a conocer el foro de superación y desarrollo personal superacionpersonal.foroactivo.com. Ese foro pretende ser un lugar de encuentro para reunirnos, compartir metas, opiniones, herramientas y recursos que nos ayuden a crecer y mejorar en todos los aspectos de la vida: personal, familiar, laboral, económico, etc.



De un tiempo a esta parte me he subscrito a webs de desarrollo personal muy interesantes: Mónica Fusté, Máximo Potencial, Thinkwasabi, Vivir al máximo, Laura Ribas, Mónica Villamarín, etc. Dan muy buenos consejos y te dan una visión muy interesante de la vida y de la productividad personal, aunque en todas ellas echo de menos la posibilidad de poder contactar con esas otras personas que están igual que yo, al otro lado de esos blogs y saber de qué formas les ayudan esos consejos, si les sirven realmente, si los aplican en sus vidas y cómo lo hacen. He pensado que un foro sería el lugar de encuentro ideal para todas esas personas que estamos al otro lado de esas webs y poder compartir experiencias.

Si estás interesado en el planteamiento del foro me gustaría que te apuntaras y te animaras a participar y colaborar con tu experiencia y sabiduría, seguro que puedes aportar mucho.

Además en el blog pretendo escribir semanalmente un artículo con recomendaciones, consejos y sugerencias que me han servido y resultado útiles en el camino del crecimiento personal.

Gracias por leerme y por visitar el blog y el foro.