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martes, 30 de agosto de 2016

Crear el entorno adecuado / Distracciones

Muchas veces, aunque planifiquemos nuestro día adecuadamente y tengamos claras cuales son nuestras tareas, surgen distracciones que impiden o ralentizan la finalización de las tareas. Estas distracciones se podrían dividir en dos tipos: distracciones externas y distracciones internas.

1. Distracciones Externas

Las distracciones externas se producen cuando alguien te interrumpe, ruidos inesperados, llamadas telefónicas, notificaciones de móvil o de ordenador, etc. Quizá este tipo sean las más fáciles de corregir, podemos poner el móvil en silencio o en modo avión, podemos desactivar las notificaciones, podemos poner un cartel de "No molestar" para que nadie nos interrumpa, o podemos trasladarnos a algún lugar donde exista un ambiente de silencio o de trabajo, una biblioteca, una sala de reuniones, podemos cerrar la puerta de nuestro despacho para no ser molestados, etc. A veces merece la pena perder cierto tiempo y desplazarnos hasta el lugar adecuado donde podamos trabajar tranquilamente que mantenerse en un sitio donde nuestra productividad es muy baja.

Dentro de las distracciones externas también se pueden considerar las que tenemos más próximas, es decir si tenemos un escritorio desordenado, lleno de papeles, donde no encontramos nada, si tenemos un ordenador con carpetas que no están bien estructuradas y ordenadas, si tenemos distracciones como una televisión, una radio, un periódico, internet, es mucho más complicado estar centrado y muy fácil distraernos. Lo mejor si queremos ser productivos es tener un orden en nuestra zona de trabajo y eliminar cualquier elemento que nos pueda distraer. Si evitamos la ocasión evitamos el peligro. 

A veces por la forma de trabajo necesitamos estar conectados a internet para buscar información, y ya sabemos lo que pasa cuando entras a internet, es fácil entrar pero muy complicado despegarse de la pantalla, un enlace lleva a otro enlace y éste a otros 4. Y lo que parecía una consulta rápida de 5 minutos, se acaba convirtiendo en 2 horas perdidas navegando sin rumbo. Para evitar este tipo de situaciones existen extensiones en los navegadores que te ayudan a controlar el tiempo que pasas en internet o que te impiden acceder a determinadas páginas. Aunque estas extensiones pueden ser útiles, no hay nada mejor como el compromiso con uno mismo y la consciencia de lo que estás haciendo en cada momento (atención plena o mindfulness) para superar este tipo de situaciones.

2. Distracciones Internas

Las distracciones internas son otro factor importante que afecta al rendimiento en nuestro trabajo. La mente es como un mono loco, va saltando de rama en rama sin detenerse en ningún momento. Es decir nuestra mente cambia de un pensamiento a otro muy rápidamente. Estamos trabajando en algo y se nos va la mente a lo que hicimos el fin de semana pasado, a lo que vamos hacer las próximas vacaciones, a que tengo que llevar el coche al taller, al novio raro que se ha echado nuestra hija, etc. etc. Vamos saltando de un pensamiento a otro y estamos pensando en cualquier cosa menos en lo que tendríamos que estar centrados, en el aquí y en el ahora, en nuestro trabajo. Una de las mejores formas de solucionar este tipo de pensamiento es con la meditación, dedicando unos minutos diarios podemos calmar nuestra mente. Requiere práctica y constancia, no es fácil, pero los beneficios son importantes.

3. Crear el entorno adecuado

En resumen, si te es posible busca el lugar adecuado para trabajar, aquél donde tus distracciones internas y/o externas sean las menores posibles. A veces un cambio en el entorno hace que nuestras distracciones internas también disminuyan. Si permanecemos en el mismo lugar inadecuado nuestras rutinas de distracción van a permanecer también y la productividad va a seguir siendo baja.

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